¿Qué es la COMPRESIÓN de Audio? (Explicado para Principiantes)
- Oliver Luna
- 10 oct
- 3 Min. de lectura

¡Hola, familia KPM! Soy Oliver Luna. Hoy vamos a hablar de una de las herramientas más misteriosas y potentes de la producción musical: el compresor. Si alguna vez has sentido que tu voz a veces se pierde en la mezcla y otras veces grita demasiado, o que tu bajo no tiene una presencia constante, la solución casi siempre pasa por entender la compresión.
Muchos tutoriales lo explican con gráficos y términos que asustan. Olvídate de eso. Hoy te lo voy a explicar con una analogía tan sencilla que no se te olvidará jamás.
El Compresor es tu "Técnico de Sonido Invisible"
Imagina que tienes a un técnico de sonido súper rápido y obediente sentado frente a la mesa de mezclas, con la mano puesta en el fader de volumen de tu pista de voz. Tú le das una sola orden: "Si el cantante se pasa de este nivel de volumen, ¡bájale el fader! Y cuando vuelva a cantar más bajo, lo vuelves a subir a donde estaba".
Eso, y nada más, es lo que hace un compresor. Es un controlador de volumen automático e inteligente. Su trabajo es reducir la diferencia entre los sonidos más fuertes y los más suaves de una pista para hacerla más consistente y controlada.
Los 4 Botones Mágicos (Threshold, Ratio, Attack, Release)
Ahora entendamos las 4 órdenes principales que le damos a nuestro "técnico invisible":

Threshold (Umbral): Es la orden de "a partir de qué volumen actúas". Si pones el threshold en -10dB, le estás diciendo a tu técnico: "No hagas nada hasta que la señal supere los -10dB. Si lo hace, ¡baja el volumen!".
Ratio: Es la orden de "¿con qué fuerza bajas el volumen?". Un ratio de 2:1 es una compresión muy suave. Le dices: "Por cada 2 decibelios que la señal se pase del umbral, tú solo dejas que pase 1". Un ratio de 4:1 es más evidente, y uno de 10:1 o más ya es una compresión muy agresiva, casi un limitador.
Attack (Ataque): Es la orden de "¿qué tan rápido reaccionas?". Un ataque rápido significa que el técnico baja el fader al instante en que la señal se pasa. Un ataque lento le deja pasar el "golpe" inicial del sonido antes de actuar. Esto es clave para mantener la pegada de una batería, por ejemplo.
Release (Relajación): Es la orden de "¿cuánto tardas en volver a subir el fader a su posición original una vez que la señal ha vuelto a bajar del umbral?". Un release muy rápido puede sonar poco natural, y uno muy lento puede aplastar el sonido.
Para ver cómo la compresión encaja en un proceso de producción completo, no te pierdas nuestro vídeo sobre Mastering PRO en 4 Pasos FÁCILES, donde el control dinámico es fundamental.
Conclusión: El Secreto es la Sutileza
La compresión es tu mejor aliada para conseguir un sonido profesional, controlado y con pegada. La clave al principio es ser sutil. Empieza con un ratio bajo (2:1 o 3:1), un ataque y release medios, y baja el threshold hasta que veas que el compresor actúa solo en los picos más fuertes.
¡No tengas miedo de experimentar! La mejor forma de aprender es "romperlo" y escuchar qué hace cada control.
¿Hay algún otro concepto de producción que te parezca un jeroglífico? ¡Pídemelo en los comentarios!






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